Es una prueba que evalúa el equilibrio dinámico y se utiliza para predecir el riesgo de lesiones en las extremidades inferiores. También tiene un importante interés para la evaluación del rendimiento físico, pudiendo aportar mucha información en aspectos como puede ser descompensaciones posturales debidas a un mal control motor dinámico. Un claro ejemplo puede ser la inestabilidad de tobillo, rodilla o cadera.
La ruptura de ligamento cruzado anterior es una lesión muy típica en cualquier deporte que predominen los cambios de sentido con rotaciones bruscas en la articulación de la rodilla que causa una inestabilidad acentuada.
Tanto antes de sufrir una lesión, como después o en el proceso de rehabilitación y readaptación, una correcta valoración de la estabilidad de las extremidades inferiores es necesaria para enfocar el trabajo con el fin de fortalecer y aumentar la estabilidad.
El deportista de la foto es una persona joven y a primera vista, en forma. Pero realizando el test, hemos podido comprobar como existe un desequilibrio entre las dos piernas y ha conseguido una puntuación que refleja necesario un trabajo de fuerza y propiocepción para reducir el riesgo de lesión al mínimo posible y a su vez aumentar el rendimiento deportivo.
Por eso, aconsejo realizar el Y BALANCE a cualquier persona que practique deporte como test preventivo y a cualquier persona que haya sufrido una lesión o sienta inestabilidad en los miembros inferiores para determinar con precisión el trabajo que se debe realizar, así como para comprobar la mejora después de un programa de entrenamiento.
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